Un auténtico lujo, pero solidario. Un abrazo para las familias guipuzcoanas que sufren problemas relacionados con el autismo. Alrededor de uno de cada trescientos nacidos en el territorio padece esta discapacidad, por eso Gautena inauguró ayer oficialmente en Berio el nuevo servicio de estancias temporales, que acogerá a 14 personas afectadas por esta enfermedad.
Se trata de una parcela de 1.113 metros cuadrados cedida por el Ayuntamiento de San Sebastián para los próximos 60 años en el paseo Isidro Ansorena. El inmueble consta de una planta semisótano de 496 m2, lavandería, almacenes, aseos para el personal e instalaciones; y una planta baja con una superficie de 415 m2, compuesta de dos viviendas para seis y ocho personas en su totalidad. Enfrente se encuentra el Centro de Día para acoger a estas personas discapacitadas.
Según señaló la diputada de Política Social de Gipuzkoa, Maite Etxaniz, «las seis primeras plazas llevan abiertas desde diciembre para los fines de semana y el total de catorce camas estará en servicio desde el próximo verano para los 365 días del año».
1,9 millones
El coste de contrata de este servicio es de 1,4 millones de euros, llegando con la inclusión de otros conceptos, así como del propio equipamiento, a una cantidad cercana a los 1,9 millones.
La Diputación ha financiado el 75% del coste del proyecto, cubriendo la Obra Social de Kutxa el restante 25%. Fundación Once ha colaborado con 40.000 euros en el equipamiento y el consistorio donostiarra aporta la cesión temporal del terreno.
Maite Etxaniz, el alcalde de San Sebastián, Odón Elorza; el director de Obra Social de Kutxa, Carlos Ruiz; el presidente de Gautena, Juan Cid, así como el director general de la Fundación Once, Luis Crespo, intervinieron ayer en la inauguración oficial de las nuevas instalaciones.
Las autoridades visitaron junto a los familiares de afectados por el autismo las espaciosas y equipadas salas, que serán utilizadas como lugares de expansión, los talleres, las cocinas y las diversas habitaciones, que acogerán a los necesitados del servicio. La bien iluminada residencia cuenta, además, con un despacho para el coordinador del servicio y de un 'office'.
Según señaló Cid, refiriéndose a cifras anuales, «Gautena, que apoya a 540 familias en Gipuzkoa, cumple 34 años en el territorio, con quince aulas a las que acuden 81 alumnos, con cuatro centros de día, que asisten a 92 personas, con actividades de ocio y tiempo libre, que implican a 150 necesitados, con ambulatorios, que atienden 240 casos y con cinco hogares de grupo que reciben a 63 discapacitados por el autismo». «Ahora, con este nuevo centro, contamos ya con 75 plazas», añadió.
La residencia prestará diversas modalidades de asistencia. Por un lado, está previsto recibir a personas sólo el fin de semana hasta el verano. Posteriormente posibilitará estancias cortas, medias y en situaciones de crisis. «Nacemos como un respiro para las familias que tienen que convivir con un autista con la carga y la presión que ésto significa», afirmó Cid.
lunes, 7 de febrero de 2011
A nivel educativo o sanitario, aún no conocen el síndrome de Aspergen
Para el hijo mayor de Raquel Muñoz, de quince años, el recreo es un suplicio del que trata de escaquearse a diario. Hace siete años le diagnosticaron síndrome de Aspergen (también conocido como autismo de alto funcionamiento) y, desde entonces, su familia ha peleado mucho para conseguir adaptaciones que parecen nimiedades, pero que hacen la vida de este adolescente mucho más llevadera.
«Las cosas no son más sencillas. Hay que seguir luchando mucho porque, a nivel educativo o sanitario intentan comprenderte, pero aún no conocen el síndrome de Aspergen», lamenta Muñoz. Este es el motivo de que cualquier pequeño cambio les cueste horas y horas de trabajo con profesores y responsables del centro educativo. «A mi hijo no le gusta estar en el recreo, es un sufrimiento para él toda esa gente gritando a la vez y arrimándosele, así que trata de escaquerse siempre que puede. Nosotros pedimos que le permitieran estar en la biblioteca tres días a la semana, pero hay profesores que eso no lo entienden», dice Muñoz.
Su hijo mayor es el primer alumno con diagnóstico de síndrome de Aspergen que estudia en el colegio, un centro ordinario en el que comenzó con tres años. «Entonces ya nos dimos cuenta de que le pasaba algo, que no quería socializar y que prefería otras cosas a estar con los niños, pero fue en Emiratos Árabes (país al que se trasladaron un año) donde nos dijeron que creían que tenía Aspergen», cuenta Muñoz. De vuelta a España, obtuvieron el diagnóstico y profesores más receptivos que otros. «El año pasado hice un escrito en colaboración con Autismo Burgos para pedir algunas adaptaciones que, creo, no trastocan tanto», dice explicando que, ante determinadas situaciones, el menor adolescente puede reaccionar de forma violenta.
Otro de los grandes problemas que esta madre cree que hay que corregir es el acoso escolar hacia el que es diferente. «Él no me cuenta nada, pero sé que el año pasado hubo veinte niños tirándole bolas de nieve solo a él y, ahora, le da miedo salir cuando nieva», critica.
«Las cosas no son más sencillas. Hay que seguir luchando mucho porque, a nivel educativo o sanitario intentan comprenderte, pero aún no conocen el síndrome de Aspergen», lamenta Muñoz. Este es el motivo de que cualquier pequeño cambio les cueste horas y horas de trabajo con profesores y responsables del centro educativo. «A mi hijo no le gusta estar en el recreo, es un sufrimiento para él toda esa gente gritando a la vez y arrimándosele, así que trata de escaquerse siempre que puede. Nosotros pedimos que le permitieran estar en la biblioteca tres días a la semana, pero hay profesores que eso no lo entienden», dice Muñoz.
Su hijo mayor es el primer alumno con diagnóstico de síndrome de Aspergen que estudia en el colegio, un centro ordinario en el que comenzó con tres años. «Entonces ya nos dimos cuenta de que le pasaba algo, que no quería socializar y que prefería otras cosas a estar con los niños, pero fue en Emiratos Árabes (país al que se trasladaron un año) donde nos dijeron que creían que tenía Aspergen», cuenta Muñoz. De vuelta a España, obtuvieron el diagnóstico y profesores más receptivos que otros. «El año pasado hice un escrito en colaboración con Autismo Burgos para pedir algunas adaptaciones que, creo, no trastocan tanto», dice explicando que, ante determinadas situaciones, el menor adolescente puede reaccionar de forma violenta.
Otro de los grandes problemas que esta madre cree que hay que corregir es el acoso escolar hacia el que es diferente. «Él no me cuenta nada, pero sé que el año pasado hubo veinte niños tirándole bolas de nieve solo a él y, ahora, le da miedo salir cuando nieva», critica.
Muere joven autista tras caer a piscina en San Joaquín
Un joven autista, de 19 años, identificado como Kevin Ricardo Pincheira Godoy, falleció por inmersión luego de caer a la piscina de su casa, en la calle San Gregorio de la comuna de San Joaquín.
El sujeto, se precipitó lugo de sufrir un ataque de epilepsia.
"Sufría autismo asociado a un cuadro epiléptico y en el patio de la casa donde hay un piscina armada al parecer habría tenido algún tipo de complicación cayendo él al agua", sostuvo a Radio Cooperativa el mayor de Carabineros Gonzalo Cortés.
"Al llegar el padre al lugar se da cuenta que el hijo ya no tiene signos vitales, lo saca de la piscina y llama a Carabineros", sostuvo el uniformado.
Personal policial le realizó al joven ejercicios de reanimación durante media hora, sin lograr resultados.
El sujeto, se precipitó lugo de sufrir un ataque de epilepsia.
"Sufría autismo asociado a un cuadro epiléptico y en el patio de la casa donde hay un piscina armada al parecer habría tenido algún tipo de complicación cayendo él al agua", sostuvo a Radio Cooperativa el mayor de Carabineros Gonzalo Cortés.
"Al llegar el padre al lugar se da cuenta que el hijo ya no tiene signos vitales, lo saca de la piscina y llama a Carabineros", sostuvo el uniformado.
Personal policial le realizó al joven ejercicios de reanimación durante media hora, sin lograr resultados.
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