Gijón abre la primera residencia tutelada para autistas en Asturias con capacidad para 15 plazas
Uno de cada 150 niños en edad escolar presenta un cuadro de autismo clásico, con unas cifras que van en aumento. El creciente desarrollo del trastorno y la imposibilidad de muchos de llevar a cabo una convivencia normalizada en su entorno familiar, ha propiciado que l a asociación de Padres de Autistas Niños del Silencio (Adansi) haya puesto en marcha en Gijón la primera residencia tutelada para autistas de Asturias, con la colaboración del Principado y del Ayuntamiento de Gijón.
El centro, que abrió sus puertas el mes pasado, tiene capacidad para 15 personas, aunque aún no está funcionado al cien por cien. Los primeros usuarios se han incorporado de manera gradual, explica la directora y psicóloga de Adansi, Mónica Fernández. “De momento, hay 9 personas, pero la lista de espera ya cubre todas las plazas”, advierte.
El objetivo es que los usuarios con autismo “tengan un lugar en el que continuar viviendo cuando la convivencia se hace difícil en el entorno familiar, o los padres se hacen mayores”, aclara la responsable.
De esta forma, se prevé que para el próximo mes, el centro se encuentre al cien por cien. Además, existen dos plazas de alojamiento temporal (que puede durar incluso hasta un año), una de las cuales aún no se ha cubierto. “La residencia está destinada a todas las personas con autismo mayores de 18 años, aunque también tenemos una plaza para un menor”, apunta Fernández.
El piso tutelado se encuentra frente a las instalaciones deportivas del Club Santa Olaya (La Calzada), en un edificio aledaño a la casa de indianos en la que se ubica el Centro de Día de Apoyo a la Integración (CAI). En el inmueble tutelado trabajan diez personas, además de un educador y la dirección.
El interior está distribuido en ocho habitaciones (una individual y siete dobles) con un baño por cada dos habitaciones. Además, hay una sala de estar en cada planta (dos plantas) y elementos comunes como el comedor, o la sala de familias.
La residencia, que aún no se ha inaugurado oficialmente, no implica el internamiento. Por lo que hay algunos usuarios que viven en ella de lunes a viernes, y los fines de semana viajan con sus familias.
Demanda Durante la jornada, la mayoría de usuarios acuden al CAI, donde Adansi presta atención específica a autistas, aunque en el piso tutelado también se llevan a cabo actividades de autocuidado y ocio, cuenta la psicóloga.
El CAI inició su andadura en el año 1998, y se convirtió en un referente de tratamientos del autismo en Asturias. De los 10 usuarios de hace 13 años, en la actualidad Adansi atiende de forma directa a unas 200 familias. “Se han incrementado progresivamente los casos de trastorno del desarrollo en toda la región”, apunta Fernández. Adansi atiende actualmente 8 ó 9 casos de autismo al mes, además cuenta con una lista de espera de tres meses. “Se está notando cada vez una mayor incidencia”, añade la psicóloga. Asimismo, los servicios de diagnóstico detectan los casos de autismo cada vez a edades más tempranas. Así, los más graves se comienzan a detectar a partir de los dos años.
El centro, que abrió sus puertas el mes pasado, tiene capacidad para 15 personas, aunque aún no está funcionado al cien por cien. Los primeros usuarios se han incorporado de manera gradual, explica la directora y psicóloga de Adansi, Mónica Fernández. “De momento, hay 9 personas, pero la lista de espera ya cubre todas las plazas”, advierte.
El objetivo es que los usuarios con autismo “tengan un lugar en el que continuar viviendo cuando la convivencia se hace difícil en el entorno familiar, o los padres se hacen mayores”, aclara la responsable.
De esta forma, se prevé que para el próximo mes, el centro se encuentre al cien por cien. Además, existen dos plazas de alojamiento temporal (que puede durar incluso hasta un año), una de las cuales aún no se ha cubierto. “La residencia está destinada a todas las personas con autismo mayores de 18 años, aunque también tenemos una plaza para un menor”, apunta Fernández.
El piso tutelado se encuentra frente a las instalaciones deportivas del Club Santa Olaya (La Calzada), en un edificio aledaño a la casa de indianos en la que se ubica el Centro de Día de Apoyo a la Integración (CAI). En el inmueble tutelado trabajan diez personas, además de un educador y la dirección.
El interior está distribuido en ocho habitaciones (una individual y siete dobles) con un baño por cada dos habitaciones. Además, hay una sala de estar en cada planta (dos plantas) y elementos comunes como el comedor, o la sala de familias.
La residencia, que aún no se ha inaugurado oficialmente, no implica el internamiento. Por lo que hay algunos usuarios que viven en ella de lunes a viernes, y los fines de semana viajan con sus familias.
Demanda Durante la jornada, la mayoría de usuarios acuden al CAI, donde Adansi presta atención específica a autistas, aunque en el piso tutelado también se llevan a cabo actividades de autocuidado y ocio, cuenta la psicóloga.
El CAI inició su andadura en el año 1998, y se convirtió en un referente de tratamientos del autismo en Asturias. De los 10 usuarios de hace 13 años, en la actualidad Adansi atiende de forma directa a unas 200 familias. “Se han incrementado progresivamente los casos de trastorno del desarrollo en toda la región”, apunta Fernández. Adansi atiende actualmente 8 ó 9 casos de autismo al mes, además cuenta con una lista de espera de tres meses. “Se está notando cada vez una mayor incidencia”, añade la psicóloga. Asimismo, los servicios de diagnóstico detectan los casos de autismo cada vez a edades más tempranas. Así, los más graves se comienzan a detectar a partir de los dos años.
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